lunes, 27 de diciembre de 2010

Descontrol...



Creía que ya se había ido, ese remolino de sentimientos, ese abismo oscuro que poco a poco me consumía, esa falta de orgullo que me convertía cada vez más en una marioneta triste y manejable, esa impotencia al sentir que no podía tomar mis propias decisiones sin que repercutieran en la vida de aquellos que mas me importaban.

Sin saber porque, salgo al jardín y me tumbo sobre la hierba húmeda a pensar en lo que esta ocurriendo, a pensar en aquello que todo el mundo pasa por alto pero que en el fondo de ellos mismos saben que esta ocurriendo.

Durante largos meses he intentado omitir el hecho de que todo estaba cambiando, de que dentro de mí, yo estaba cambiando. Ya es demasiado tarde.

Siento dolor, dolor al ser consciente del cambio, de ser consciente de un final, de un principio. Dolor al saber que ese susurro con un “Te quiero” se olvidara y que el beso que ella me dio en aquel autobús solo será un recuerdo más. Lo que creía saber se pierde entre los hilos de mis pensamientos que una vez mas vacilan ante esta agonía que surge para mostrarse omnipotente.

Siento envidia, envidia de aquel que tuvo la oportunidad de amar y ser correspondido, del que al menos lo intento y no se dio por vencido, envidia del hipócrita de mi lado capaz de mentir sin sentir remordimientos, envidia de esa persona que puede aceptar que todo haya cambiado, envidia de esos que se tienen el uno al otro mientras yo me consumo como cualquier despojo.

Siento vergüenza, vergüenza por esas personas que dicen ser amigas tuyas y más tarde te apuñalan, vergüenza de mi mismo, por actos que cometí sin darme cuenta y que acabaron por destruirme.

Siento odio, un odio imparable, contra esta situación, siento odio al saber que la gente ya a cambiado y que me he quedado atrás, enraizado en una realidad que ahora mismo ni siquiera se si existió. Odio al sentirme encerrado en una jaula, odio al entender que el tenia razón, odio hacia mi mismo por haber llegado a entender que el problema no era ella sino yo.

Siento miedo, mucho miedo, miedo de acabar solo, miedo de ser olvidado, miedo de que aquel que llamo amigo se vuelva en mi contra y que aquel al que odio quiera estar a mi lado. Miedo de que lo que una vez ocurrió nunca vuelva a ocurrir, miedo de que cuando mi corazón vuelva arder se acabe por consumir.

Siento asco, asco hacia esas personas tan falsas, esas personas que parecen buenas y que después lo único que buscan es su propio beneficio, asco por esas circunstancias que le arrebataron a un amigo el ser la persona más feliz del mundo. Siento asco de mi mismo por no ser lo suficientemente fuerte como para controlar mis impulsos, asco de que por culpa de ello tenga que acabar mintiendo.

No entiendo porque a estas alturas me ocurre esto, pensaba que yo estaba por encima de estas situaciones, pero parece que no. Cada noche antes de dormirme intento esclarecer esos sentimientos que si me fijo los interpreto como uno solo y que luego en mis sueños al final acaban volviéndome loco. No se cuanto durara esto, ni siquiera se si será fácil de soportar, a estas alturas solo se una cosa…

Estoy descontrolado…




[VII] "Cuando todo deje de cambiar, la vida perdera el poco sentido que le queda"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Realmente no se exactamente a que va referida esta entrada, me yo interpreto que va hacia la vida en general, y a las relaciones con las distintas personas que conocemos; a crecer. Cuando somos niños, pensamos que en la vida todo es de color de rosa, todo es maravilloso, tenemos muchos amigos que siempre van a estar con nosotros, pero conforme vamos creciendo nos vamos dando cuenta de quienes son de verdad nuestros amigos; tal vez los amigos de la infancia ya no lo son y ahora tenemos otros, aquellos de quienes nunca nos vamos a separar. Pero siempre hay que recordar que un amigo es aquel que nos valora, aquel a quien le importas de verdad y no por conveniencia, aquel a quien puedes confiarle tu vida, y quien siempre va a estar ahi cuando le necesites. ///Por ultimo decirte que me encanta como escribes, que eres genial y muy profundo, y que si lo deseas, aquí tienes una amiga para todo.